martes, 26 de abril de 2011

...y aquí estoy


…y aquí estoy



En mi, la decisión de venir hasta ti
Y aquí estoy, incapaz, encallada
Mis palabras, alas de blanca nieve, muerden
despojos expuestos al azar de los perros

He olido el bálsamo que despide tu alma
Te mueves fugitivo inconsumible, inagotable
Hombre cubierto luz incierta, párpado
La más bella brida que domina el paisaje
Hombre venido sobre los tejados
Abres lanzas al suelo duro y seco que adora la mañana
Sales inmenso, agraviado como el mar
todo espuma sobre las piedras de la playa
…y no veo el camino

No hay nada que sea, que no esté extendido
Y aquí estoy, llena de espanto y llanura
desfigurando las copas de los árboles
Detén por mí la horda de los pájaros carroñeros
que desfiguran mi alma
y a los peces que viven en el mar
¿Acaso no ves cómo brillan sus mandíbulas?
Detén esta fatiga sublime, la duda
que pace ante mis ojos
sobre las olas el si-no fermentando
Dividida está la tierra, el ir y venir del arado
En las mallas de tus trabadas redes
escupo bocas, cadáveres, lamentos
derramo besos y abrazo el amor.
 

sábado, 2 de abril de 2011

As-sumut III


Cada noche bordas un anillo,
justo donde rompen las olas, como élitros sin espinas.
Cada noche tu respiración articula un camino.
Miliario comunal, limítrofe, principio o balsa estrellada.
Cada noche inasible de bayas rojas, moras y rosales.
Eres senda o veleta de arrayán.

Porque yo te amo, amado,
hierbabuena o corcel brocado, amigo, carne,
cantan los estercoleros.
Gimen los poetas, brotan los pájaros.
Anidan las flores sobre la cicatriz encallada de mi vientre.

¿Qué sabrás de la ternura deshabitada?

Tu pelo negro musgo,
cubre las fracturas de mis vísceras.
Mi ángel africano, eres paraíso recién rasurado.
Desnudo, enjabonado entre mis brazos y el espejo.
Bálago o la hiedra que arropa mi casa.