Yo te requiero entre las sombras
piel, delicadísima rama
Náufraga he confundido tu boca con una campana
Te invento medicinal, carnal, pulpa, saliva
nuca pálida de narcótico aroma
Vendas minuciosamente el grave vacío aquí sembrado
la insoportable, voraz sombra
de pálida jaula, como una campo yermo
Límites borras, andrajosas cárceles
con que fraguaron opacas emboscadas
punzones, sordas sondas
Signo de indescifrable transparencia
No existes, eres sólo en mí
un instante de mi juicio desterrado
Un invento del dolor, oscura burla
¿Por qué toda esta sangre sumisa?
Se que nada importan
la triste paciencia, el débil llorar oleaje de guijarros
para estar aún más solos
Me arrojaron en la tierra, como ahora, boca abajo
contra el sueño, tan leve
Sirvieron espadas en mi mesa
Áspero sitio azul, metamorfosis, deriva insoluble, nada
Y aunque se precipite sepultado el amor
Y sin que tus ojos me aseguren cálidamente la luz
Basta el deseo como plumas
estrábico horizonte
inalcanzable torbellino, embudo que desafía ausencia
¡Qué importa!
…al fin despierta…
Aunque ahora me de cuenta que me duelen los huesos
y aunque ahora sienta como me extingo
Naufraga en una tristeza de deriva imborrable
sin mástil al que atarme mientras rujen los tiranos
Y no es venganza
sólo vendar esta sombra con tus labios lo que te pido
Qué importa…
...al fin despierta en insoluble retirada
Y tú confundes al miedo y al azar
Entre negro fondo de colmillos y el amo aquí.
2 comentarios:
Saludos desde Portugal. Me gusta el dominio que trabaja con las palabras. Me extingo en los colores, olores y la sensibilidad de su poesía.
Natacha, realmente me gusta como escribes, me logras transportar y eso es lo que a mí me apasiona, colocarme como personaje dentro del poema.
Publicar un comentario